Pulsera BLACK SEA SKIN

94,00

Siempre que paseo por la playa encuentro tesoros preciosos. A veces son piezas enteras como una concha, caracol o erizo de mar… pero la mayoría de las veces son fragmentos, trocitos de algo que tiempo atrás fue algo bello y perfecto.

Quizás ahora ya no sean perfectos, pero para mi, estos fragmentos siguen siendo igual o incluso más bellos que antes, ya que marcan la diferencia, transmiten el paso de la vida y el tiempo y al no ser piezas enteras el patrón habitual no se repite. Perfecta imperfección.

Esta pulsera que envuelve la muñeca a modo de abrazo, está hecha a partir de dos fragmentos de un erizo de mar. Es maciza de plata, hecha a mano con acabado envejecido. En la parte posterior, hay un trenzado de macramé que permite que ajustarla al tamaño deseado.

Es muy importante explicaros, que para hacer las joyas que hago emulando maravillas marinas, JAMÁS he hecho daño a ningún animal. Es indispensable para mi transmitir esto. Solo trabajo a partir de lo que el mar deja en las playas, y si hay cualquier atisbo de vida en lo que me encuentro lo devuelvo al mar sin excepción.

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